RESPIRAR PROFUNDAMENTE
La respiración profunda favorece la secreción de hormonas vitales y estimula el
nervio neumogástrico y proporcionar un masaje directo a las glándulas del
abdomen.
La estimulación del nervio neumogástrico mejora espectacularmente la
digestión, el metabolismo y la eliminación. El masaje diafragmático sobre el
estómago y el hígado favorece aún más la digestión y estimula la peristalsis.
La respiración profunda proporciona un sueño reparador e ininterrumpido y
reduce el tiempo necesario para un completo descanso.
Además irriga y estimula el cerebro con lo que agudiza considerablemente la
percepción, el pensamiento, la memoria y otras facultades mentales.
La respiración profunda calma las emociones y permite someterlas a un control
consciente. Cuando se padece algún exceso emocional unas cuantas
respiraciones profundas restaurarán rápidamente el equilibrio.
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